Wednesday, March 17, 2004

Me asombra que sienta atracción por sentirme vulnerable. De pronto es una sed de esa adrenalina que fluye cuando uno sabe que un sólo movimiento, un pasito, unas palabras, pueden hacer que el universo entero sea distinto. No sé si esto es algo humano, pero esto del placer por el escenario del error, por romper, por deshacer (y deshaciendo, crear), me hace caer en cuenta que hay mucho de lo que hago y decido y pienso que no puedo asir entre mis manos y tener clarito y vivaz.

Es como si caminara sobre una telita de araña, pegajosa, fina, irrompible para los insectos pero insignificante para cualquier animalito más pesado, pero no más astuto.

De repente, suelto y no tengo que dar razones.

No hay razones, no hay que buscarlas, aquí dentro las cosas aparecen cuando uno quiere, de verdad, que aparezcan.