ibrahim ferrer

un causante de una de mis pasiones, dentro de media hora, lo veré ::
P.S: Al calidosísimo Ibrahim ya se le fue la eterna juventud. La altura y el frío bogotanos lo afectaron seriamente... aunque claro, eso no impidió que la magia que aún tiene su achacada voz se sintiera intacta. De todas formas, fue un concierto extraño; lo que más impactó fue el formato mismo del espectáculo: una enorme maquinaria de "merchandising" montada alrededor de un buen hombre que uno debería escuchar en un bar de La Habana o Santiago, brindando con ron. Extrañé lo que para mí significa Buena Vista Social Club, esa buena energía que se puede palpar con el oído desde la primera nota de Chan Chan hasta el final. Me sentí como una oveja entre miles.
Claro, la calidad de la música fue indiscutible. Hubo muchos solos excepcionales, en especial los del pianista Roberto Fonseca. Pero aún siento que Ibrahim Ferrer no estaba él, completo, ayer.
Y esto, conjugado con estos días de caos y de fuego... aquí es cuando uno se queda corto de palabras.