dos semanas.
Éste es uno de los momentos en lo que uno desearía transportarse a un instante exacto del futuro pero, en el fondo, sabe que no puede, y no sólo eso, sino que sabe que tiene que pasar a través de lo que falta.
No sé cómo pude decir que el placer del aprendizaje no estaba acompañado de dolor.
Q: ¿Un dolor placentero?
Cenizas por semillas, Javier, sólo semillas.