Thursday, July 07, 2005

Preguntas a propósito de los atentados en Londres

Esta mañana, la noticia sobre los atentados en la capital del Reino Unido me cayó como un balde de agua fría. Estaba alternando mi lectura de alemán con el chacharreo de la nueva cajita de chat, cuando llegó mi mamá del trabajo y me dijo: "qué cosa lo de Londres, ¿no?". "¿Londres? ¿Por lo de los Olímpicos?". "No, ¿es que acaso no has visto las noticias? Explotaron cuatro bombas...".

Siguiente instante: la foto del "double-decker bus" hecho pedazos en la pantalla de mi computador. Luego, en televisión, un video de un pastor alemán antiexplosivos olfateando las canecas de basura en el metro, sobrevivientes balbuceando entre lágrimas, otros más con pañuelos sobre la boca, y al final George W. Bush pronunciando unas palabras que entonces me parecieron ininteligibles, casi inaudibles. No sé si fue un problema real de la grabación o transmisión o si el impacto emotivo acumulado había inhabilitado mis oídos; un impacto prolongado y acentuado por la imagen de ese hombre, con corbata azul y frente arrugada, un hombre que parece irrumpir inevitablemente en muchas cadenas de interrogantes acerca del presente (y por ende el futuro) de este planeta.

Recordé en ese momento cuánto tiempo dedicaba cotidianamente a reflexionar sobre la actualidad política, social y económica de Colombia y el mundo cuando estaba en mis últimos años de colegio. Paradójicamente, en la universidad el tiempo que dedico a esa reflexión ha disminuido dramáticamente. Digo paradójicamente porque parte de mi decisión acerca de entrar a la Universidad Nacional tuvo que ver con la idea de impregnarme a fondo, cara a cara, con la realidad colombiana. Creí que esa decisión significaba no entrar dentro de una especie de caja de cristal, pero en filosofía resulté rodeándome de cajas de cristal que nunca antes hubiera imaginado (una de ellas me gusta llamarla "los infinitos peros imaginables": digamos que x; pero y; pero y tiene problemas; pero ¿y si z?... al final, si uno no tiene acceso a autores renombrados o a "opiniones destacadas" o a argumentos que se defienden con el pecho y no con la cabeza, los infinitos peros imaginables lo llevan a preferir guardar silencio y, sobre todo, lo llevan a no actuar). Quizá también la disminución en mi verborrea política ha tenido que ver con la dedicación que exige el quehacer de un estudiante de filosofía (un estudio, en ocasiones, tristemente árido), pero creo que ha tenido más que ver con una decepción general sobre los resultados de esa reflexión. Ahora toda opinión que emito con respecto a este tema me parece incompleta y débil, susceptible de ser objetada con buenas razones.

Había comenzado a escribir un largo post exponiendo mi "opinión" relacionada con los atentados, sus causas y sus posibles efectos. Pero luego me di cuenta que primero sería más fructífero plantear con claridad las preguntas que merecen ser objeto de reflexión y debate (recall Met. B 1). Escribo algunas que he pensado aquí con la esperanza de que ustedes les saquen peros, las critiquen y las complementen con otras. Estoy seguro de que, al menos en cuanto a política se trata, estar de acuerdo sobre lo que es problemático y lo que no ya es avanzar un largo trecho.

1. ¿Qué es el terrorismo? ¿Qué nos permite decir "tal persona es terrorista" o "tal acto es un acto de terrorismo"? Es una pregunta difícil, pero no creo que haya que sacarle tanta espina. Primero hay que buscar si hay una definición compartida: ¿están hablando los medios, el gobierno de los EE.UU., Europa, y el gobierno de Colombia de una misma cosa? El problema, creo yo, aparece cuando esa definición se pone en práctica. ¿Por qué podemos llamar terrorismo a los atentados de Londres, pero no podemos aplicar el mismo término al bombardeo de Afganistán o a la ocupación de Irak?

2. Si tenemos más o menos clara la respuesta a (1), podemos pasar a preguntarnos ¿qué es lo que hace que una persona "terrorista" lo sea? ¿Qué es lo que lleva a alguien a cobrar vidas de civiles que pueden llamarse (ojalá sin duda) inocentes? ¿Podemos encontrar causas últimas del terrorismo (algo así como: vea, en últimas, lo que hace que alguien planee y ejecute un acto terrorista es...)?
Preguntas anexas a 2: ¿Qué significa y qué justifica hablar de "jihad" en el caso del 11-S, 11-M y ahora 7-J? ¿Qué enseñanzas puede dar la experiencia del conflicto en Israel para el conflicto visto en perspectiva mundial? (Bloom sin duda tendría mucho que decir aquí.) ¿Qué peculiaridades tiene la pregunta por las causas del terrorismo en el caso de Colombia?

3. ¿Se puede acabar con las causas del terrorismo? ¿Cómo? ¿Es iluso pensar que se puede acabar con esas causas? Si es así, ¿qué podemos hacer para disminuir su presencia (suponiendo que deseamos disminuirla, claro está? ¿Podemos hablar aquí de una estrategia de lucha contra el terrorismo, un modelo más o menos único?

4. ¿Quién es el "enemigo" verdadero? ¿Los terroristas? ¿Las causas del terrorismo? ¿Ambos a la vez?

No dudo que sobre las respuestas a estas preguntas se pueden escribir (y ya se han escrito) libros enteros. Lo que sí dudo es si las acciones que se toman y las maneras en que el mundo digiere noticias de atentados pasan en algún momento por estas preguntas u otras similares. El debate sobre ellas está abierto.

escucho: Buddha Bar - Café del Mar vol. 1